Pichetto no consigue consensos en el bloque «dialoguista» para las leyes que quiere Milei

El heterogéneo bloque de Miguel Ángel Pichetto, Hacemos Coalición Federal, inicia la semana atento a la agenda parlamentaria que incluye incertidumbre respecto al tratamiento de la ley ómnibus, los proyectos de reforma laboral presentados y el DNU 70/2023. El espacio no logra amalgamar sus diferencias internas en puntos clave de las tres iniciativas. Esta semana intentarán acercar posturas con la prioridad puesta en la agenda que impone el Gobierno: ley Bases y reforma laboral.

HCF postergó su reunión de bloque prevista para esta tarde dado que el oficialismo no convocó al plenario de comisiones ni estableció la agenda de tratamiento en Diputados de los dos proyectos que son de su interés. Mientras ganan tiempo en medio de las posiciones internas. Sobre la ley Bases no hay unanimidad en los artículos de facultades delegadas ni en las privatizaciones. De un lado los ex PRO como Nicolás MassotEmilio MonzóRicardo López Murphy y el peronista Florencio Randazzo entre otros a favor del texto actual mientras que del otro lado están los diputados de la Coalición Cívica, los socialistas y Margarita Stolbizer.

“Las facultades están complicadas y en la fusión y eliminación de entes públicos tenemos dudas”, cuenta uno de los miembros de HCF. Quienes entablaron las negociaciones con el Gobierno para la redacción de la nueva versión del texto reconocen cierta inquietud sobre la votación en particular del proyecto. Continúan las discrepancias entre los bloques opositores y podría repetirse el escenario de febrero, es decir, que algunos artículos sean rechazados.

Tampoco hay acuerdo sobre la reforma laboral. El espacio tiene su propio proyecto redactado por el diputado cordobés Oscar Agost Carreño y el porteño López Murphy. A ese se le suman el redactado por el PRO y el que la UCR le acercó la semana pasada a los ministros Guillermo Francos y Nicolás Posse.

“Los radicales iban a presentar ideas centrales y terminaron en la Rosada con un proyecto maximalista”, cuestionan en el espacio pichettista. El jefe de bloque había advertido a sus legisladores que el acuerdo con el Gobierno y sindicatos era por la extensión del período de prueba, el fondo de cese laboral optativo y los cambios en las multas patronales. “Espero que el radicalismo no caiga en una propuesta delirante”, había advertido la semana pasada, “la redacción que trajo De Loredo está a la derecha de La Libertad Avanza”, cuestionan ahora.

En ese campo no hay acuerdo interno. Massot, por caso, se expresa en una posición intermedia: dice acompañar el contenido pero si va en versión de ley. Mantiene la incógnita sobre el acompañamiento o no del decreto en sí mismo. “Fue una herramienta equivocada para reformas tan relevantes, pero no podemos interrumpir la vigencia de algunas medidas importantes que volverían a afectar la vida diaria de la gente”, twitteó.

«Nosotros como bloque tenemos una posición común, que fue solicitarle al Poder Ejecutivo que transforme algunos contenidos del DNU en proyectos de ley», sostuvo Stolbizer para matizar las diferencias aunque insiste en que el decreto es inconstitucional y su contenido no reviste necesidad ni urgencia. En la misma línea los socialistas opinan: “Estamos completamente en contra y nos sentaremos en una sesión especial cuando se haga para rechazarlo”.

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